El instrumento en la actualidad

Los elementos que componen el instrumento :

Odre : Saco o bolsa donde se introduce el aire de reserva y que a la presión adecuada activa los tubos sonoros .También se le llama fuelle aunque no es una denominación acertada , ya que el fuelle en estos instrumentos es el que alimenta o llena de aire al odre por acción mecánica sin soplado del músico. Hoy en día se utilizan varios materiales sintéticos, además de la piel, para su confección. Al odre en nuestra kornamusa, cálido y terso de aliento en busca del abrazo, lo vestimos en distintos colores y brocados con elementos decorativos de pasamanería. Hemos buscado una capacidad -volúmen- de reserva de aire suficiente que nos facilite tocar con una menor exigencia de presión de reposición.

Soplador : Tubo de insuflación que lleva el aire de reposición desde la boca del que toca al odre para mantener la presión de éste con el brazo izdo. Lleva una válvula de no retorno para que el aire no vuelva hacia atrás.

Clarín : Tubo melódico de digitación, con el que se toca la melodía en sonido continuo. En Galicia, Asturias… se conoce como puntero. El sonido en este tubo de modulación lo produce, excepto en algunas gaitas  provistas para este fin de caña simple, por la vibración de una caña de doble lengüeta. Dicha caña se denomina así por su materia origen pero también se denomina palleta, pita, boquilla…En los últimos tiempos, con mayor y menor fortuna, se emplean igualmente materiales sintéticos para evitar la incidencia  que la humedad y la manipulación puede tener sobre la caña natural.
En nuestra kornamusa la digitación coincide, excepto una posición, con la gaita creándose entre ambas un vínculo común de modulación del sonido, con las diferencias evidentes que se derivan de la embocadura directa en el caso de la gaita y la reserva de aire en la kornamusa. Una muy similar digitación entre ambos instrumentos facilita su retro-aprendizaje, sobre todo de dulzaina a kornamusa.
El sonido real de nuestro clarín en SOL se mueve por debajo en el pentagrama –sonido más grave- que el común de los clarines de otras áreas, afinados generalmente en DO , SI b o incluso RE, dando, nuestra kornamusa,  un menor timbre de sonido en la calle a la vez que un sonido más cercano a los parámetros habituales de otras formaciones musicales de nuestra música tradicional  .
Para determinados ambientes o requerimientos musicales cambiamos dicho clarín por otro más corto (DO) , y por tanto, de sonido más agudo.  SOL  y DO, por lo tanto, son las tonalidades ( Tónica -nota que suena con  el tubo cerrado-) de nuestros clarines.  

Roncón o bordón : Tubo más largo que van sobre el hombro izdo., se compone de reguladores de afinación y último tramo con caja de resonancia .Emite un sonido constante o de pedal que acompaña la melodía . Su sonido proviene de lengüeta simple –pallón- y se afina a la tónica(  O a la 5ª del clarín) . En  nuestro caso SOL sonando 2 octavas por debajo de la tónica del clarín. Su longitud viene determinada por dicha tónica- Nota resultante con todo el tubo melódico cerrado- . Diseñado en 5 tramos ( Cepo –sordo-, Pallón, 2 reguladores simples y regulador de copa) para ganar en versatilidad para distintos tonos y sus regulaciones .  
Adaptable para tocar con clarín en Do con afinación SOL o Do.

Ronqueta o bordoneta : Segundo tubo sonoro de acompañamiento igual en su mecánica que el ronco pero con un sonido más agudo que éste (Más corto) . Afinado en SOL (Octava) o en RE (Quinta) respecto al bordón tocando con clarín en Sol. Diseñado en 4 tramos ( Cepo –sordo-, Pallón, 1 regulador simple y regulador de copa).
Adaptable para tocar con clarín en Do con afinación DO (Octava)  o Sol (Quinta).

Cepos : También denominados bujas, son las piezas de conexión entre el odre y los diferentes tubos sonoros y el soplador . Dichos tubos se insertan en los cepos atados al odre formando un todo por donde circula el aire .
Prototipo de partida en SOL
 



Así explica Bernard el proceso de configuración de nuestra kornamusa partiendo de elementos iconográficos:
“Examinando las esculturas de cornamusas encontradas, vimos que tenían  varios detalles comunes:
En primer lugar, el odre era portado bajo el brazo izquierdo, el ronco sobre el hombro izquierdo, y las manos colocadas (en todos los casos) en la posición que se emplea actualmente en estos instrumentos, en la flauta o la dulzaina.
La forma de los odres es muy sorprendente .En esta época lo habitual era emplear la piel de una cabra en su totalidad, aprovechando las patas delanteras y el cuello  para colocar el soplete, puntero  y roncos.
La forma de este odre hinchado (el de cabra), es muy diferente a los encontrados. Como curiosidad diremos que nuestros vecinos aragoneses emplean este tipo de odres al que visten con vistosos vestidos estampados.
Para conseguir la forma de los odres de cornamusa navarra , hay que partir de dos plantillas de cuero curtido, con la forma adecuada , y cosidas de manera que no pierda aire. Estos odres requieren mas técnica de construcción pero tienen la ventaja de ser más ergonómicos para el músico .
Siguiendo con el estudio mencionado , comenzamos a comprobar la proporcionalidad entre el instrumento y el ejecutante.
En todos los casos , se encontraron coherentes y equilibradas dichas figuras , desde la perspectiva empleada para su proyección.
Dada esta mencionada relación , continuamos el trabajo , viendo que los punteros eran más largos que los que conocíamos : gallegos , aragoneses , escoceses , etc .
Conviene señalar que en aquella época los instrumentos no estaban “estandarizados” aunque seguían las tendencias de la moda en curso.
Cada artesano construía el instrumento siguiendo esta tendencia pero sin llegar a las afinaciones actualmente determinadas .No olvidemos , que la nota de referencia “La”(440Hz.) también llamado diapasón , no aparece hasta el siglo XVIII.
Teniendo en cuenta todo ello , comenzamos a construir clarines para ver a donde nos llevarían sus respectivas tónicas , dentro de la tolerancia determinada por la no estandarización mencionada.
En todos los instrumentos de viento se cumple la ley física de cuanto más largo , mas grave y a la inversa.
Dado que la tónica se da con los orificios tapados ,y considerando el funcionamiento y comportamiento de los clarines de esta familia, el resultado fue una tónica alrededor del Fa.
En Europa central si se desarrollaron cornamusas de estas características, hoy catalogadas como medievales.
La digitación de estos instrumentos es fundamentalmente de dos tipos : abierta o lineal (como la dulzaina) y cerrada , en la que las notas de la mitad superior de la escala , se dan a diferencia de la abierta , tapando también algunos de los de las notas de abajo.
A estas alturas de nuestra exposición , se puede pensar que sabiendo la medida del ronco , se puede llegar fácilmente a la de la tónica del puntero.
El estudio de nuestras esculturas nos llevó  otra vez a las medidas de nuestro clarín  y a comprobar la fidelidad de la reproducción.”
Esta afinación no se emplea apenas en los clarines de las gaitas del estado , que trabajan más arriba en el afinador buscando un sonido más agudo para una mayor presencia al tocar en la calle. La kornamusa salida de nuestro proyecto es de sonido más grave y aterciopelado, dos tonos y medio por debajo en el afinador del sonido de otras gaitas vecinas donde la tonalidad más empleada es DO.
No obstante goza de gran sonoridad dado el buen comportamiento del clarín y su motor, la caña , donde se ha trabajado con especial exigencia por su complejidad técnica. Su tonalidad le permitiría tocar conjuntamente en diferentes formaciones de música tradicional, pero en este sentido y en este momento esta todo por hacer.  


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